El método Mckenzie es un sistema de evaluación y tratamiento para los problemas de columna, desarrollado hace 30 años por el terapista físico neozelandés Robin Mckenzie. Actualmente posee Institutos de tratamiento en 26 países y profesionales diplomados en todo el mundo.
Es una filosofía activa de tratamiento que hace hincapié en enseñarle al paciente a manejar y tratar el dolor, y a prevenir que el mismo vuelva a aparecer.
Consiste en tres pasos:
PASO 1: EVALUACIÓN
La evaluación -única del método McKenzie- es un proceso lógico y metódico, que le permite al terapista conocer rápidamente cual es el problema.
La evaluación consiste en realizar movimientos repetidos en distintas direcciones, o mantener una postura durante unos minutos. El terapista interrogará el cambio de intensidad o ubicación del dolor. Unas de las cosas que se busca es encontrar un movimiento que “mueva” el dolor hacia la parte central de la columna. Este fenómeno se conoce como centralización e indica que el problema se puede resolver rápidamente:
Luego de la evaluación y clasificación de acuerdo al resultado de los movimientos que realiza el paciente (según afecten su dolor y movilidad), el profesional prescribirá una serie de ejercicios.
En la mayoría de los casos se puede llegar al diagnóstico en la primer sesión. En los más complejos, se necesitarán varias.De cualquier modo, el profesional sabrá en las 3-5 primeras sesiones el diagnóstico y si este método es el adecuado para resolverlo.
PASO 2: TRATAMIENTO
Además de la prescripción de los ejercicios específicos, el énfasis esta puesto en la educación y participación activa del paciente en el manejo de su tratamiento, con el fin de disminuir el dolor rápidamente restaurando la función, la independencia, y reducir al mínimo el número de visitas a la clínica. La mayoría de los pacientes pueden tratarse a sí mismos cuando se les da los conocimientos y herramientas necesarias.
En algunas situaciones más complejas, el auto-tratamiento no podrá ser posible en un primer momento. En estos casos, el terapista podrá asistir al paciente con técnicas manuales hasta que pueda seguir el tratamiento a través de los ejercicios.
PASO 3: PREVENCIÓN
Al aprender como tratar el problema actual, el paciente gana un conocimiento de primera mano sobre como minimizar el riesgo de que vuelva a ocurrir, y además sobre como actuar si el dolor volviese a aparecer. Todo esto lo pone en control del tratamiento de forma segura y eficaz. La mejor manera de prevenir síntomas persistentes es a través del auto-mantenimiento.
Para mayor información visite la pagina en Argentina http://www.mckenziemdt.com.ar